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¿Cuándo debo cambiar los flexibles de mi casa?

Imagina despertar y ver que el piso de tu casa está inundado debido a una fuga de agua. Así le ocurrió a Carla Hormazábal, arrendataria de un departamento en Santiago Centro, afectado por la rotura del flexible —la manguera metálica que se conecta a las cañerías para proporcionar agua al baño y a la cocina.

Según comentó la ingeniera, el propietario del inmueble "nunca cambió (los flexibles)" mientras vivía en él. Tras el inolvidable episodio, la renovación del sistema completo le costó $80.000 al hombre, pero gastó $2.000.000 en arreglar los daños que dejó la inundación.

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Entre las principales reparaciones que financió fue cambiar el piso flotante, cubrir los daños que provocó el agua en el techo del departamento de abajo y limpiar un sofá. Con la tragedia, Carla aseguró que su arrendador "quedó en shock. Se comprometió a mandar un maestro una vez al año".

¿Cuándo hay que cambiar los flexibles?

Para evitar este tipo de situaciones, lo ideal es cambiar los flexibles todos los años, por lo menos una vez en doce meses, dependiendo de la magnitud del eventual daño que tengan.

Según el gásfiter Álex Cabral, quien ayudó a la arrendataria durante la emergencia, esta manguera metálica se arruina con los minerales que transporta el agua, específicamente, con la acumulación de sarro.

 

Imagen referencial (Shutterstock)

 

Diagnóstico con el que coincide Fabio Valencia, jefe de la línea de gasfitería en Sodimac. El experto aseguró que un flexible tiene una vida útil de cinco años, pero su revisión debiera ser anual.

"Un flexible tiene dos cuerpos: los hilos —conectores que van en cada extremo— y el cuerpo —la manguera—. Lo que siempre falla son los conectores que van asociados a la salida del agua", detalló en Las Últimas Noticias.

Si el sarro se acumula en el exterior de la estructura metálica, "genera que el hilo comience a perder su función y que empiece a filtrar agua, porque el flexible se endurece"; en cambio, si se concentra al interior, "genera que haya mayor presión de agua", enseñó Valencia.

 

Imagen referencial (Shutterstock)

 

Ojo con los productos que guardamos en el baño o la cocina

Además del sarro, hay otra causa poco considerada que puede estropear a los flexibles: los típicos productos que uno guarda debajo del lavamanos o el lavaplatos.

Como son químicos y pueden condensarse, "se evaporan y generan daños en el material del flexible. Por lo mismo, se aconseja cambiarlos cada dos años o mucho antes si se nota que el hilo se está poniendo blanco".

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Recomendaciones para cambiar un flexible

Si el flexible presenta corrosión, está blanco u oxidado, para cambiarlo se debe seguir las siguientes recomendaciones dadas por Valencia:

  • Nunca ejercer sobrepresión al hilo conector.
  • No apretar los conectores más de lo que la mano permite.
  • No usar herramientas (como llave inglesa), con la mano basta.
  • No utilizar teflón de agua.
  • Percatarse de que el nuevo flexible tiene el largo adecuado.
  • Procurar que el flexible no tenga una curvatura superior a los 20 grados.

Por último, idealmente, la renovación debe hacerla un gásfiter certificado para que la instalación sea correcta.  

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