¿Cómo lavar correctamente el cubrecamas?
Mientras preparamos para la temporada invernal, es común que añadamos capas adicionales de ropa a nuestra cama para combatir las bajas temperaturas. Pero antes de colocar tu cubrecamas favorito, es probable que te enfrentes al desafío de lavarlo.
Esta tarea puede complicarse si se trata de un cobertor de mayor tamaño o si es de un material delicado. De todas formas, es importante mantener esta prenda limpia, ya que así evitarás que el polvo se acumule y aparezcan ácaros.
¿Cómo lavar correctamente el cubrecamas?
Mantener tu cobertor en buenas condiciones es clave si eres propenso a desarrollar alergias. Según el portal de la marca Rosen, esta labor debe realizarse al menos una vez a la semana.
Lavar tu cubrecamas puede ser costoso y te enfrentas a la posibilidad de que tu lavadora no tenga la capacidad suficiente, principalmente por su peso cuando está mojado o si se debe centrifugar. En este caso te recomendamos acudir a una tintorería.
Si prefieres hacer el lavado en casa, te presentamos algunos consejos que te pueden ayudar. Así tu cubrecamas estará listo para proporcionarte calor y comodidad durante los días fríos que se avecinan.
Revisar las etiquetas de los cobertores
Lo primero que deberías hacer antes de lavar tus plumones, cubrecamas y colchas es revisar la etiqueta, fijándote en lo siguiente:
- Si es que se puede lavar el cobertor a máquina, ya que hay plumones que solo se pueden lavar en seco, lo que te obligará a pasar por la tintorería.
- La temperatura del agua a la cual debes hacer el lavado. Este símbolo se representa con un recipiente tipo vasija, dentro del cual se indicará la temperatura máxima a la que debe estar. Si ves el icono de una mano, significa que se debe lavar a mano.
- Si la etiqueta señala que se puede secar con secadora (un icono cuadrado, con un círculo en su interior) podrás usar este electrodoméstico. Si este icono está tachado, deberás hacer un secado al aire.
Lavado
Por razones de higiene y debido a la delicadeza de ciertas prendas, es recomendable lavar los cobertores por separado del resto de la ropa. Esta práctica también ayuda a prevenir que se adhieran pelusas u otros residuos de las prendas que puedan soltarlos.
En este paso es recomendable utilizar agua fría y poner un programa de ropa delicada. El agua caliente puede hacer que la ropa se encoja o que el color se destiña, mientras que si eliges ese método de lavado te aseguras de que el centrifugado sea lo más suave posible.
Respecto al detergente, puede ser el que usas habitualmente, pero el jabón debe ser apto para prendas delicadas.
Secado
Si en la etiqueta del cobertor indica que puedes usar secadora, utiliza un programa de temperatura baja, ya que así evitarás que la prenda se encoja o que se quemen los materiales sintéticos, si es que los lleva en su composición.
Ahora bien, si no puedes usar la secadora, opta por métodos tradicionales de secado al aire libre, el clásico tendedero. Si es que hay mucho sol, es más recomendable que cuelgues el cobertor por el lado inverso, pues así no te arriesgas a que se destiña.
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