Serían fundamentales para ser feliz: Los tres tipos de amistades que deberías tener, según un estudio

Sin duda que los amigos son un elemento trascendental para la vida. Ayudan a mejorar nuestra vida social, nuestro estado de ánimo y muchas veces pueden transformarse en un apoyo en momentos de flaqueza. 

A pesar de que todas las frases anteriores suenen una obviedad, hasta la ciencia ha venido a ratificarlo. Es más, estudios científicos se han aventurado a decir qué clase de amigos necesitamos en nuestra vida.

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Tres tipos de amigos que deberíamos tener en nuestra vida

Uno de esos trabajos es el de The Study of Adult Development, desarrollado por la Universidad de Harvard, el cual aborda qué clase de amigos a nuestro alrededor contribuyen a la felicidad.

 

Imagen referencial / Créditos: Pexels

 

Cabe destacar que este estudio data desde 1938 y desde entonces se encuentra monitoreando la vida de unas 700 personas.

En concreto, son tres tipos de amistades las que son destacadas por el trabajo:

  • Amistades de utilidad. Se trata de las relaciones personales de tipo transaccional. O sea, relaciones en que hay beneficios mutuos tanto para ti como para terceros. Un ejemplo de esto son los compañeros de trabajo, donde ambas partes se pueden ver beneficiadas con esta relación en base a circunstancias prácticas.
  • Amistades basadas en el placer. Responde a vínculos donde ambos tienen un beneficio, pero más cercano a actividades que se dan por gusto en vez de temas más prácticos como el caso anterior. Por ejemplo, el entretenerse o compartir gustos similares en lo que responde al ocio, aplica en estas circunstancias.
  • Amistades perfectas. En este caso, en particular, la relación entre las partes se distancia del placer y de lo útil que puede resultar el compartir con el tercero, si no que contribuye a que ambos se retroalimenten para que su vida sea mejor.

"Necesitamos de los otros"

Respecto a la importancia de las amistades en el diario vivir, los autores del estudio apuntan a que "todos nosotros estamos conectados a todo el mundo y necesitamos de los otros".

"Cuando me puedo quejar con otra persona, puedo sentir que el cuerpo recupera su equilibrio; la persona sola no puede calmarlo, mientras que la que tiene relaciones sí", agregan.

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