Estos son 9 alimentos que se aconseja no recalentarlos, según académica del Reino Unido
Cuando cocinas, seguramente haces una planificación y preparas comida para los próximos días, de modo que no tengas que preocuparte en lo que vas a almorzar o cenar después.
Bajo la premisa de que "recalentar" significa "cocinar nuevamente, no solo calentar" —según la Agencia de Normas Alimentarias (FSA, por sus siglas en inglés—, hacerlo con algunos alimentos puede ser perjudicial para la salud, dado que al someterlos nuevamente al calor pierden algunas propiedades o se fomenta el desarrollo de microorganismos dañinos.
La doctora Stacey Duvenage, académica del Instituto de Recursos Naturales de la Universidad de Greenwich en Londres, Reino Unido, comenta una situación que puede ser típica en los hogares: "Con la esperanza de compensar el desperdicio de alimentos, los restos de comida a menudo se guardan para una segunda comida".
"Se debe tener cuidado al recalentar estos restos para evitar intoxicaciones alimentarias y mantener sus propiedades nutricionales", aconseja.
¿Qué alimentos no se debieran recalentar?
La experta aseguró que hay, principalmente, nueve alimentos que no debieran ser recalentados después de cocinarse, agregando las razones que se tienen que considerar. Tales comidas corresponden a:
Arroz
Uno de los alimentos más comunes en la despensa de las familias es el arroz, porque es el acompañamiento ideal en cualquier comida.
No obstante, en este alimento puede desarrollarse la bacteria Bacillus cereus, la que podría ocasionar intoxicaciones alimentarias que se traducen en cuadros de diarrea, dolor de estómago, náuseas o vómitos.
Duvenage asegura que la cocción del arroz puede aniquilar este microorganismo, pero también es probable que sus esporas sobrevivan, pudiendo desarrollarse a temperatura ambiente.
La recomendación es guardar el arroz en el refrigerador dentro de las dos horas posteriores a su cocción, durante un periodo no mayor a las 24 horas (un día). Si se va a recalentar, lo ideal es hacerlo a menos de 74° Celsius.
Huevos
El huevo es otro alimento muy popular en la cocina que es reconocido por sus propiedades proteicas. La especialista británica afirma que los huevos deben ser consumidos en frío; es decir, nunca ser recalentados.
Meterlos al microondas, por ejemplo, "provoca la oxidación de las proteínas, lo que podría ocasionar la presencia de agentes cancerígenos en los alimentos", señala, agregando que se deben comer dentro de las 24 horas posteriores a su cocción.
Pollo
Cuando se recalienta el pollo, hay que estar atento a que alcance la temperatura adecuada: "Para matar las bacterias presentes, se debe alcanzar los 75° Celsius en su parte más gruesa", lo que se puede comprobar mediante un termómetro especial para carnes.
De no lograr esta temperatura, es posible que la persona sea afectada por una intoxicación alimentaria, producida generalmente por la salmonela.
Según un artículo del Diario de Sevilla, "la salmonela es común en las aves, y una cocción insuficiente incrementa el riesgo. Para tomarlo con seguridad, (el pollo) debe estar bien cocinado en todas sus partes".
Champiñones
De manera similar a los huevos, el recalentar los champiñones podría destruir sus componentes nutricionales, además de ocasionar dolores estomacales y problemas digestivos tras estar demasiado tiempo a temperatura ambiente.
La experta recalca que el recalentamiento deriva en una oxidación de las proteínas, pudiendo producir células cancerígenas.
Papas
Después de cocinarse, cuando las papas se enfrían y vuelven a ser recalentadas, la académica universitaria dice que resulta más difícil digerirlas. Pero antes de someterlas nuevamente al calor, si permanecen a temperatura ambiente, en este alimento puede desarrollarse la bacteria Clostridium botulinum.
"Las toxinas mortales producidas por Clostridium botulinum no serían destruidas durante el recalentamiento", comenta la doctora Duvenage.
De acuerdo al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, el botulismo "es una enfermedad rara, pero grave, causada por una toxina que ataca los nervios del cuerpo. Puede causar dificultad para respirar, parálisis muscular y hasta la muerte".
"No se puede ver, oler ni percibir el sabor de la toxina, pero probar incluso una pequeña cantidad de alimentos con esta toxina puede ser mortal", consigna el organismo.
Espinacas y repollos
Aunque generalmente son utilizadas para la ensalada, Duvenage explica a The Sun que al recalentar estas verduras a altas temperaturas "se pueden formar nitrosaminas, que consisten en compuestos cancerígenos" que podrían afectar al esófago, estómago y nasofaringe (parte superior de la garganta detrás de la nariz).
Mariscos
El recalentar mariscos no es inseguro, pero la docente universitaria enfatiza la precaución que se debe tener al prepararlos y almacenarlos inmediatamente tras ser cocinados. Así, su consumo debe ser dentro de las 24 horas siguientes.
Eso sí, "si ciertos tipos de pescado no se refrigeran, se puede producir histamina, lo que puede provocar una reacción desagradable en los consumidores", declara Duvenage.
Los malestares pueden ser náuseas, vómitos, diarrea, sensación de ardor bucal, sarpullido, picazón y presión arterial baja.
Aceite
Si freíste alimentos y te sobró aceite en el sartén, lo mejor es que lo deseches y no la vuelvas a utilizar en un recalentamiento, porque eso puede ocasionar acrilamida en tus comidas (en papas fritas, por ejemplo).
La acrilamida "no se agrega deliberadamente a los alimentos, sino que es un subproducto natural del proceso de cocción o calentamiento", indica The Sun, diario que informa que "pruebas de laboratorio muestran que la acrilamida en la dieta causa cáncer en animales y tiene el potencial de hacer lo mismo en humanos".
Compotas y leche para bebés
Por último, si tu bebé no termina de comerse la compota, no la guardes para luego recalentarla.
"Si no ha terminado toda la porción calentada, podría contener bacterias de la boca de su bebé. Cuando se recalienta la comida, es posible que no alcance la temperatura necesaria para matar estos microorganismos, y eso podría causar enfermedades transmitidas por los alimentos", afirma la doctora.
En el caso de la leche materna y de fórmula, "no deben recalentarse, porque se pueden destruir los nutrientes. La fórmula solo debe recalentarse si se guarda en el refrigerador dentro de las dos horas posteriores a su preparación".
Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.
Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.
Leer más de