Bebidas isotónicas: ¿En qué casos no es recomendable su consumo?

Para funcionar de manera óptima, nuestro cuerpo necesita estar hidratado. Si realizamos una práctica deportiva de alta intensidad, es común pensar en las bebidas isotónicas como la mejor solución.

Sin embargo, vale la pena cuestionarse cuándo y en quiénes está realmente recomendado su consumo, dado que en algunas personas puede desencadenar serias consecuencias.

¿Por qué es importante mantener el cuerpo hidratado?

Primero que todo, la nutricionista de Integra Médica, Carolina Espejo, explica que "si no tenemos suficiente líquido en el organismo, las funciones esenciales no se realizan adecuadamente y nuestros órganos dejan de recibir los nutrientes necesarios".

Por eso, "es muy importante cuidar la hidratación siempre. Como primera acción, deberíamos pensar en el consumo de agua para mantener los niveles óptimos y, en algunos casos, complementar con bebidas isotónicas", detalla.

¿Cómo funcionan las bebidas isotónicas?

La especialista menciona que estos productos contienen una concentración de carbohidratos y electrolitos similar a la de los fluidos corporales, lo que permite una rápida absorción y reposición de líquidos y nutrientes.

"El fin nutricional de estas bebidas es ayudar a mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos en el cuerpo, prevenir la deshidratación y proporcionar energía de manera rápida”, sostiene.

Por eso, aclara que lo recomendable es consumir bebidas isotónicas solo en caso de ejercicio intenso o prolongado, especialmente cuando se realiza actividad física durante más de una hora. Por ejemplo, en competencias o prácticas intensivas, tales como triatlón, ciclismo, crossfit y fútbol.

Cuando se practican actividades de alta exigencia física, el cuerpo pierde líquidos y electrolitos a través del sudor, así que las bebidas isotónicas ayudan a reponerlos de manera más eficiente que el agua sola.

¿En qué casos no se recomienda el consumo de bebidas isotónicas?

Espejo remarca que en la mayoría de las situaciones cotidianas y de ejercicio moderado, el agua sigue siendo la mejor opción para mantenernos hidratados.

En ese sentido, su consumo no es recomendable para:

• Niños o adolescentes con actividad física baja.
• Embarazadas.
• Adultos mayores.
• Pacientes con alguna patología, como diabetes, hipertensión o problemas renales, por su alto contenido de azúcares y sodio.

Su consumo tampoco es recomendable en contextos de deshidratación por afecciones gastrointestinales, por ejemplo.

En esos casos, lo que sugiere la nutricionista son bebidas hipotónicas, las que están especialmente creadas para cuadros diarreicos. "La diferencia entre una bebida isotónica y una hipotónica radica en su concentración de sales y azúcares, por eso no sirven para lo mismo", concluye la especialista.

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