¿Crees en fantasmas? Estas son 5 situaciones consideradas "paranormales" pero que tienen explicación científica

A diario son miles las personas en el mundo que aseguran percibir una actividad paranormal, tras pasar por alguna situación cotidiana y que tendría una explicación científica.

La pareidolia, las parálisis del sueño e incluso el moho a veces son suficientes para que la imaginación de algunas personas pueda hacerlos ver e incluso escuchar cosas “sobrenaturales”.

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Parálisis del sueño

La parálisis del sueño, según explica Clínica Mayo, puede ser un síntoma de narcolepsia y consiste en un episodio que sucede “al quedarse dormido o al despertar”, en que la persona “no puede moverse ni hablar”.

A pesar de que esta suele ser breve, con una duración de unos segundos o minutos, puede convertirse en un momento aterrador, ya que muchas personas dicen experimentar sensaciones de ser empujados hacia abajo e incluso ver alucinaciones en su habitación. 

Al respecto, el Dr. Dan Denis, de la Universidad de York, explicó para The Conversation que existen tres tipos de alucinaciones que suelen acompañar las parálisis del sueño. “Las alucinaciones del intruso consisten en una sensación de presencia maligna en la habitación, que también puede manifestarse en alucinaciones multisensoriales hiperrealistas de un intruso real”, dijo sobre la primera.

 

 

En tanto, sobre las ‘alucinaciones íncubos’ sostuvo que “a menudo ocurren junto con las alucinaciones de los intrusos y describen una sensación de presión en el pecho y sentimientos de asfixia”.

“La tercera categoría incluye las llamadas alucinaciones motoras-vestibulares, que normalmente no ocurren con las otras dos, y consisten en experiencias de movimiento ilusorio, como flotar sobre la cama”, detalló.

Por último, recordó que realizar ejercicio y dormir entre 7 y 9 horas diarias, puede ayudar a prevenir las parálisis del sueño, ya que el insomnio sería uno de sus detonantes.

El moho

Hace bastante tiempo que existen estudios científicos que vinculan la presencia de esporas de moho tóxico en los hogares con posibles cambios de humor, ira irracional e incluso deterioro cognitivo de sus habitantes, si están expuestos durante demasiado tiempo.

De igual forma, estudios más recientes han incluido los síntomas de inflamación cerebral y pérdida de memoria, así como un aumento de la ansiedad y el miedo, como causantes de la presencia de este moho tóxico, afirmando que quienes se han visto expuestos a él, adquieren rasgos similares a quienes aseguran haber experimentado una actividad paranormal, por lo que sugieren una conexión entre ambos. 

 

 

De hecho, el profesor de la Universidad Clarkson de Nueva York, Shane Rogers, manifestó respecto a esto que “las experiencias reportadas en muchas apariciones (paranormales) son similares a los síntomas mentales o neurológicos informados por personas expuestas a mohos tóxicos”.

“Aunque los síntomas de alergia y asma y otros efectos fisiológicos están bien establecidos, durante mucho tiempo ha habido controversia sobre los efectos de la exposición al moho en interiores, sobre el funcionamiento cognitivo y de otro tipo del cerebro”, agregó.

Síndrome de la cabeza explosiva

El síndrome de la cabeza explosiva (o estallido cefálico) se caracteriza por “la percepción de un ruido fuerte o una sensación de explosión en la cabeza, generalmente al entrar o salir del sueño profundo”, de acuerdo a la Universidad de Goldsmiths.

Este “ruido fuerte” se puede presentar como el sonido de un disparo o incluso un grito, dependiendo de la persona.

Es así que un estudio del departamento de psicología de St. Mary's College de Maryland, Estados Unidos, arrojó que el 44,4% de los pacientes analizados “experimentaron un miedo significativo durante estos episodios”, entre los cuales, una pequeña parte atribuía su origen a un acontecimiento sobrenatural.

 

 

 

Además, la psicóloga Dra. Louise Goddard-Crawley aseguró al Daily Mail que “estas alucinaciones pueden parecerse a un sueño y pueden variar desde ver luces intermitentes, formas o personas hasta escuchar voces, música u otros sonidos”.

“El contenido de estas alucinaciones puede ser variado y, a veces, extraño. Pueden ser bastante realistas e inmersivos, lo que dificulta distinguirlos de las percepciones reales”, agregó.

Monóxido de carbono

Diversas investigaciones han advertido de los peligros que puede conllevar el envenenamiento por monóxido de carbono, provocando que algunos pacientes puedan ser inducidos en un estado de psicosis.

De hecho, el Dr. Albert Rizzo, director médico de la American Lung Association, le dijo al Daily Mail que “más de seis semanas de exposición al monóxido de carbono pueden provocar tasas más altas de depresión, ansiedad e incluso disfunción cognitiva”.

 

 

“Dado que es inodoro e insípido, puede ser muy insidioso y las personas no suelen equiparar este tipo de síntomas con el envenenamiento por monóxido de carbono”, advirtió.

Además, aclaró que los pacientes “pueden pensar que tienen un virus o que es gripe, tal vez solo necesitan aire mejor ventilado, lo cual es así, pero no hacen una conexión de que es monóxido de carbono”.

Pareidolia

La pareidolia es un fenómeno que consiste en “la capacidad de reconocer figuras, rasgos o patrones familiares en objetos”, de acuerdo a lo descrito por La Vanguardia.

“Este fenómeno no responde a ningún tipo de lógica y se produce en situaciones totalmente aleatorias en cuanto aparece un estímulo”, precisó.

Pese a esto, en un estudio realizado por la Universidad de Tanta, en que a 82 participantes se les mostraron imágenes de patrones que parecían estática de televisión, una gran cantidad de ellos afirmó haber experimentado algo paranormal.

 

 

Al respecto, la Dra. Louise Goddard-Crawley explicó al DailyMail que “en el contexto de los avistamientos de fantasmas, alguien puede asociar un evento u ocurrencia en particular (como un sonido extraño o una coincidencia) con la presencia de un fantasma. Esta correlación percibida puede reforzar la creencia de ver un fantasma, aunque la conexión no se base en evidencia objetiva”.

“Es muy común cuando las personas están de duelo o han experimentado una pérdida significativa, que pueden ser más susceptibles a experiencias que interpretan como comunicación o visitas de seres queridos fallecidos”, añadió la especialista.

“Estas experiencias pueden implicar ver o sentir la presencia de los perdidos, lo que lleva a creer en fantasmas o espíritus”, sentenció.

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