Esta es la razón por la que no deberías guardar ollas con comida en el refrigerador

Ya sea por costumbre o falta de tiempo, algunas personas tienen el hábito de conservar una sopa, guiso o lo que quedó del almuerzo en una olla y luego guardar el utensilio en el refrigerador.

Si bien esta idea puede parecer práctica para evitar traspasar los alimentos a otro recipiente, lo cierto es que puede traer consecuencias negativas. La mejor opción para conservar la comida en el refrigerador son aquellos potes de plástico o de vidrio.

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¿Por qué no guardar ollas con comida en el refrigerador?

Lo primero que debes saber es que ni ollas ni sartenes están diseñados para la temperatura fría y la humedad característica del refrigerador o de la nevera. 

La explicación es sencilla. Estos instrumentos de cocina están hechos de aluminio, material que es incompatible con esas condiciones, ya que aceleran el proceso de oxidación de la olla.

Otro elemento que puede estropear el utensilio son los ingredientes que se añaden a la comida, como la sal, muy utilizada en comidas ya preparadas. Esta también aumenta la oxidación y, a su vez, acorta su tiempo de vida.

Pero no solo el objeto se verá afectado, y es que se corre el riesgo de que los alimentos pierdan cualidades esenciales como olor, sabor y textura.

 

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Por otra parte, hay quienes señalan que esto podría generar problemas de salud. Según el científico Conor Reilly, autor del libro "Contaminación de los alimentos por metales", las salsas ácidas pueden corroer el recubrimiento con el paso del tiempo.

Cuando esto sucede, los alimentos entran en contacto con los elementos químicos del material de la olla y pueden causar daño al sistema nervioso central, demencia, apatía y temblores, reseña el portal Univision. 

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