Podría sufrir problemas de salud: Esto es lo que pasa con tu cuerpo si tomas bebida todos los días

Las bebidas son un refrescante y delicioso líquido que muchos disfrutan a diario. Si bien es necesario mantenerse hidratado, el agua siempre es una mejor alternativa. 

Aun así, si es que estás acostumbrado en un día a servirte uno o más vasos de bebidas carbonatadas, es importante que también conozcas cuáles son los efectos de esta en tu organismo.

Aumenta el riesgo de muerte

 

 

Suena dramático, pero un estudio de la Asociación Americana del Corazón, publicado en 2019, descubrió que las mujeres que toman más de dos bebidas azucaradas al día tienen un 21% más de riesgo de muerte, en comparación con quienes consumen una al mes. 

Otras publicaciones del mismo año sugieren que podría ser más alta la probabilidad, con los mismos patrones de consumo, y aseguran que el riesgo podría llegar al 26%.

Podrías tener problemas cardiacos

 

 

Tener una enfermedad en el sistema cardiaco es mucho más probable si es que tomas una bebida azucarada todos los días, explicó el mismo estudio de la asociación estadounidense. 

Incluso, una publicación del año 2020 asegura que cuando se trata de las versiones endulzadas artificialmente, también aumenta las posibilidades de diagnóstico.

"Mucha gente decía: 'Bueno, tal vez los refrescos dietéticos y las bebidas endulzadas artificialmente sean mejores que las con azúcar'. Pero en los dos últimos años ha habido pruebas que sugieren que las bebidas endulzadas artificialmente pueden ser perjudiciales, sobre todo para las mujeres", explicó a CNN el autor principal de esta investigación, el Dr. Andrew Freeman.

Probablemente comerás más

 

 

Las bebidas podrían hacerte un flaco favor si es que estás intentando bajar o mantener un peso saludable.

Por un lado, las versiones endulzadas con azúcar añaden calorías "líquidas" a tu dieta, una alta concentración de energía en un líquido que no sacia tu hambre ni aporta nutricionalmente. 

Por otro lado, una investigación propone que estas también podrían aumentar las calorías que ingieres en un día, en un 17% más, debido a que las bebidas inhiben la sensación de satisfacción y/o promueven el apetito. 

Podría bajar tus niveles de energía

 

 

Los cambios en la concentración de azúcar serían los responsables de los decaimientos de energía. Muy parecido a lo que ocurre con las bebidas energéticas y la cafeína, una vez que tu cuerpo los procesa, inicia el decaimiento.

La línea de tiempo se vería más o menos así: 20 minutos después de que termines tu bebida, la glucosa en la sangre alcanzará su máximo nivel, para que una hora más tarde comience el decaimiento y la fatiga.

Afectará tu memoria

 

 

Tu cerebro no quedaría libre de las secuelas de tomar bebida todos los días y, específicamente, la fructosa en estos productos dañaría significativamente el cerebro, lo que resulta en una reducción de masa encefálica, un hipocampo de menor tamaño y alteraciones negativas en la memoria, según indican los estudios. 

Incluso, las versiones dietéticas o sin azúcar han demostrado tener peores resultados, luego de que un estudio concluyera que solo una lata al día triplicaría el riesgo de tener demencia. 

Podrías desarrollar depresión

 

 

Tu salud mental podría empeorar, si es que consideras los resultados de un estudio que reveló que cuatro o más latas de bebida al día te hacen un 30% más vulnerable a tener depresión.

En el caso de las versiones diet, un trabajo realizado en 2017, solo en mujeres, demostró que por tomar una o más latas, se aumenta significativamente el riesgo de diagnóstico.

Se especula que esto podría ocurrir por el uso de sucralosa y aspartamo, dos endulzantes artificiales que se cree que pueden afectar negativamente la salud mental.

Podrías desarrollar diabetes

 

 

Hasta un 26% de posibilidades de diagnóstico de diabetes, tienen las personas que toman entre 1 y 2 porciones de bebida al día, según ciertas investigaciones.

Incluso las versiones sin azúcar podrían afectar a las personas, ya que estos productos podrían aumentar tu peso, considerando que la obesidad es un factor de riesgo para tener diabetes.

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