¿No te gusta hacer ejercicio? Nuevo estudio señala que podría ser por tus bacterias intestinales
Razones para hacer deporte hay por montones, sin embargo, para algunas personas es difícil encontrar la motivación que los lleve a tener una vida más activa y saludable. Otras, en cambio, lo disfrutan y pareciera que la pereza nunca los vence.
Un nuevo estudio realizado por científicos de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (EEUU) indica que esta diferencia podría estar asociada a un tema biológico, específicamente a la microbiota intestinal, que sería clave en los trastornos de ánimo.
El informe, publicado en la revista Nature, sostiene que uno de los factores importantes que estimula la práctica de ejercicio, es el placer que se siente cuando se lleva a cabo. Esa sensación de bienestar, está relacionada con los cambios petroquímicos que experimenta el cerebro.
La responsabilidad de las bacterias
El análisis apunta a una conexión intestino-cerebro que mejora el rendimiento deportivo al aumentar la señalización de dopamina. Para llegar a esta conclusión, los expertos descubrieron que el rendimiento de un grupo de ratones de laboratorio era distinto en la medida en que presentaran bacterias intestinales, consigna DW.
"Si podemos confirmar la presencia de una vía similar en los seres humanos, podríamos ofrecer una forma eficaz de aumentar los niveles de ejercicio de la gente para mejorar la salud pública en general", resume el autor principal de la investigación, Christoph Thaiss.
¿La genética importa?
Cabe destacar que, dentro de la investigación, el equipo registró la secuencias del genoma de las ratas, para determinar qué tan relevante era en el rendimiento físico. Fue así que se llevaron una sorpresa.
Resulta que este aspecto parecía explicar solo una pequeña parte de las considerables diferencias de rendimiento, mientras que el rol de la microbiota tenía mayor preponderancia.
Los expertos observaron que al administrar antibióticos de amplio espectro a los roedores para eliminar sus bacterias intestinales, su rendimiento se reducía a la mitad. En concreto, hallaron dos especies bacterianas que estaban relacionadas con un mejor desempeño gracias a la producción de ácidos grasos, la Eubacterium rectale y la Coprococcus eutactus.
Los ácidos grasos estimulan unos receptores denominados endocannabinoides CB1 en las neuronas sensoriales en el intestino, que conectan con el cerebro mediante la médula espinal. Este proceso provoca un aumento en la dopamina durante el ejercicio e influye en el estímulo de la red de recompensa y motivación alojada en el cuerpo estriado del cerebro.
Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.
Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.
Leer más de