Esta es la razón por la que el ayuno intermitente puede aumentar el riesgo de muerte prematura
Restan pocas semanas para que comience el verano y las dietas "mágicas" para bajar rápidamente de peso se comienzan a popularizar, sobre todo cuando son celebridades quienes promocionan sus supuestos beneficios. En este contexto surge una fórmula controversial: el ayuno intermitente, que ya suma varios detractores.
Esta técnica consiste en comer dentro de una ventana de tiempo estricta o saltarse las comidas por completo. Si bien puede tener resultados prometedores, también supone ciertas desventajas que podrían comprometer la salud de la persona que la realiza.
Un reciente estudio, elaborado por investigadores de la Universidad de Tennessee, en Estados Unidos, determinó que el ayuno intermitente puede aumentar en un 30% el riesgo de muerte prematura. Para llegar a esta conclusión, se analizaron datos de 24 mil estadounidenses mayores de 40 años.
En detalle, los expertos indicaron que las personas que se saltaban el desayuno tenían un 40% más de riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares, en comparación con las que no lo hacían. En cambio, si suprimían el almuerzo o la cena, tenían entre un 12 y un 16% más de probabilidades de morir por cualquier motivo.
Cabe destacar que estos efectos se mantuvieron incluso entre aquellos participantes que hacían actividad física, comían de forma saludable y rara vez bebían alcohol o fumaban.
¿Por qué aumenta el riesgo de muerte prematura?
Además, el estudio sostiene que los "ayunantes" terminaban consumiendo grandes cantidades de alimentos de una sola vez, lo que a la larga agrava la carga de la regulación del metabolismo de la glucosa, provoca un deterioro metabólico y daña las células del organismo.
Según Yangbo Sun, uno de los autores del estudio, la recomendación es realizar "al menos dos o tres comidas repartidas a lo largo del día". Sin embargo, estas deben espaciarse en el tiempo, ya que los investigadores destacaron que el riesgo de mortalidad también crece si las tres comidas se consumen en un intervalo de tiempo de menos de 4,5 horas.
"Nuestra investigación aporta pruebas muy necesarias sobre la asociación entre los comportamientos alimentarios y la mortalidad, en el contexto del horario de las comidas y la duración del periodo prandial diario", sentenció Bao.
Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.
Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.
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