¿Qué es un bebé arcoíris?: El emotivo significado que tiene para los padres

La pérdida de un bebé siempre será causa de dolor profundo para sus padres, quienes atraviesan por un proceso de duelo que se caracteriza por varias emociones. En un principio, estos estados suelen estar asociados a la tristeza y, a medida que avanza el tiempo, se puede configurar como una esperanza por intentarlo.

Por supuesto que lo rápido que puede alcanzarse ese deseo depende de cada familia y el apoyo psicológico que reciban. Pero en lo que muchos padres pueden coincidir es en la llegada de un bebé arcoíris a sus vidas.

Lejos de todo diagnóstico médico, este concepto hace referencia a una emotiva definición para los recién nacidos, lo que resulta ser reconfortante para aquellas madres y padres que han sufrido una reciente pérdida de sus pequeños.

¿Qué son los bebés arcoíris?

El término está más bien asociado a la psicología parental y hace referencia a los bebés que nacen después de la pérdida anterior de un hijo, ya sea por aborto natural o al poco tiempo de nacer. En ese sentido, son la representación máxima del popular refrán "después de la tormenta sale el sol"; en este caso, después del duelo y la tristeza, iluminan las vidas de sus padres.

La doctora Elba Mendoza explica en su sitio web que "su venida al mundo está totalmente relacionada con la lluvia, pues no aparece un arcoíris, sin que antes llueva. Traen luz, color y alegría a la vida de los padres que han sentido la pena de perder un bebé".

¿Acaso llega para reemplazar al menor anterior? La experta afirma que no llega para sustituirlo y entrega una importante recomendación al respecto: "Es una vida nueva, por ello no es recomendable dar el mismo nombre que tenía el otro bebé. Hace años se acostumbraba que cuando un bebé fallecía, no se hablaba del tema y si llegaba un nuevo bebé se le daba el mismo nombre del hijo que había fallecido".

¿Cuáles son las recomendaciones de especialistas?

La propia doctora sostiene que lo mejor es darle un lugar único en el mundo al bebe arcoíris. Por lo tanto, aunque pueda ser complejo, la pareja "necesita entender que este bebé es un ser distinto que no va a eclipsar la existencia del hijo anterior".

También es importante vivir este duelo y no eludirlo con un nuevo embarazo. Hay temores y otras emociones que deben ser sanadas antes de intentarlo de nuevo: "El duelo llega a su fin cuando integras este dolor y aprendes a vivir con él. La tristeza no desaparece, pero uno necesita reanudar su vida", señala la psicóloga perinatal Diana Sánchez.

Con respecto a cuándo es óptimo intentar un embarazo, la terapeuta Sabina del Río insiste en que "las mujeres esperen al menos seis meses antes de volver a quedarse embarazadas. Con menos de cinco meses entre ambas situaciones (pérdida del bebé y nacimiento del arcoíris) se incrementa notablemente el riesgo de hacer un duelo patológico, con el consiguiente aumento de probabilidad de dificultades psicológicas en el embarazo y el posparto".

De igual modo, Sánchez complementa que "en otros duelos se dice que el tiempo es aproximadamente de un año. Yo diría que en este caso podría ser un tiempo razonable, pero repito que debe ser adaptado en cada caso. En un duelo patológico, por ejemplo, puede ser más tiempo el recomendado".

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