¿No puedes parar de comer papitas? Estudio asegura que alimentos ultraprocesados son tan adictivos como los cigarros
Cuando se habla de sustancias adictivas, usualmente se refiere a drogas como la cocaína o productos legales como el cigarro o el alcohol, pero en esa lista se pueden incluir comidas como las papas fritas, pizzas o donuts, según un nuevo análisis científico.
Es que dos investigadoras estadounidenses sugieren que los alimentos ultraprocesados, o sea, aquellos altos en calorías con carbohidratos refinados o grasas añadidas, pueden ser considerados tan adictivos como los cigarros y la nicotina.
"Son sustancias producidas industrialmente y diseñadas para suministrar azúcar y grasa", escribió la profesora de psicología, la doctora Ashley Gearhardt, a Daily Mail. "Ya no son alimentos. Son productos que han sido realmente bien diseñados para suministrar sustancias adictivas", criticó.
Estos descubrimientos podrían incentivar el desarrollo del estudio para conocer más sobre los ingredientes específicos de estas comidas, que desencadenarían la respuesta en los seres humanos.
¿Por qué serían adictivos?
Según los criterios de adicción, los alimentos altamente procesados y los cigarros no serían tan distintos como piensas. Si bien las comidas no tienen nicotina, estas desencadenan respuestas similares.
Para llegar a esta conclusión, las investigadoras utilizaron el mismo análisis con que se definió que el tabaco es adictivo. Este analiza 4 criterios:
- La habilidad de la sustancia de producir consumo compulsivo.
- Si tiene efectos psicoactivos, o sea, si es que puede cambiar tu estado de ánimo.
- Si refuerza el comportamiento para que cada individuo lo siga consumiendo.
- Si desencadena antojos fuertes o impulsos irresistibles.
Solamente con esta lista, habrás notado que estos comportamientos se repiten en torno a las comidas ultraprocesadas, y las investigadoras entregaron ejemplos para cada uno de los puntos.
El consumo compulsivo se evidencia cada vez que se elige comer estos productos, a pesar de las secuelas negativas que tienen en la salud, como la obesidad o el riesgo a tener diabetes o enfermedades cardiovasculares.
Es que para muchos estas comidas los "hacen sentir mejor" y recurren a ellas en tiempos de estrés o dolor.
Uno de los ejemplos entregados por las autoras es que el chocolate blanco tiene "puntuaciones de 'euforia'" equivalentes a las de inyectar 1,5 miligramos de nicotina en personas fumadoras.
"Vemos que la gente utiliza el tabaco y los HPF (alimentos ultraprocesados) por muchas de las mismas razones —para reducir los estados de ánimo negativos y aumentar los positivos—, y el grado en que estas sustancias alteran el estado de ánimo es extremadamente similar", comentó a Business Insider la doctora Gearhardt.
Si de actitudes reforzantes se trata, las investigadoras explican que muchas personas consumen estos productos pasado el punto de saciedad, ya que son considerados un antojo. Incluso, los individuos estarían dispuestos a hacer más sacrificios para obtenerlos.
Las conductas adictivas en torno a los alimentos es una teoría ampliamente discutida entre la comunidad médica. Es que las comidas no solo no tienen sustancias conocidas por producir dependencia, además son elementos fundamentales para la sobrevivencia de las personas.
Este problema, para las investigadoras, permite responsabilizar a fabricantes sobre los conocidos riesgos de los productos, que más allá de aumentar el peso, otras investigaciones los han relacionado directamente con el cáncer o muerte temprana.
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