¿Se quemó tu olla favorita? 3 consejos que podrían ayudarte a limpiarla
¿A quién no le ha pasado? Te distrajiste y se te olvidó la comida; o pensaste que le apagaste el fuego a la olla, pero solo la dejaste "en chica" y ahora, no solo tienes tu almuerzo completamente quemado, sino que tu olla favorita inutilizable.
Si reconoces una de estas situaciones o te ha pasado algo similar, sabes el dolor que es, no solo botar tu comida, sino que también intentar recuperar el utensilio que salió damnificado.
Es que cuando se queman las ollas o sartenes pareciera ser que la única forma de intentar quitar la capa oscura de restos rostizados es raspando, hasta que los recipientes se dañan de manera permanente.
Si estás leyendo esta nota llorando calculando cuánto saldrá una nueva batería de cocina, no desesperes. Revisa cuáles son los trucos que te podrían ayudar a recuperarla.
Con lavaloza y vinagre
Lo más importante es intentar remover los restos pegados lo más fácil posible, para eso Brandon, tiktoker experto en limpieza, recomienda colocar una mezcla de agua, vinagre y un poco de detergente para lavar loza con agua.
Según demostró en un video, Brandon dejó que la mezcla a fuego lento durante unos 30 minutos, antes de aplicar cualquier otro método de limpieza.
Si bien, al experto se le ve escobillando el interior del utensilio, este paso debería ser realizado con más cuidado si es que estás trabajando con una superficie de teflón que se pueda rallar y dañar. Puedes usar productos desengrasantes para facilitar tu tarea.
Con limones
Otra opción similar es colocar al fuego bajo la olla con agua y unos dos limones cortados en cuartos. De esta manera, la acidez del jugo de la fruta podría ayudar a liberar las manchas y el material quemado.
Desde el sitio The Kitchn recomiendan dejarlo durante unos 5 a 10 minutos o hasta que veas las partículas quemadas flotando en la superficie.
Con bicarbonato y papel aluminio
El mismo papel de cocina que utilizas para cubrir las fuentes del horno, podría ser una eficiente esponja para remover los restos pegados.
Esto puedes ocuparlo después de alguno de los consejos anteriores y solo requiere que hagas una bola, no muy apretada, de papel aluminio. Antes de comenzar a escobillar, coloca una generosa cantidad de bicarbonato de sodio en el fondo y luego emplea el aluminio para rasparlo.
Debes tener paciencia, pero una vez que termines, podrás lavarla con detergente, como lo haces regularmente.
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