4 señales que podrían hacerte sospechar que un niño tiene diabetes

La diabetes es una enfermedad crónica que por muchos años se pensó que solo afectaba a los adultos, pero los niños también podrían presentar esta condición que surge por la incapacidad del organismo de regular la glucosa que ingresa a la sangre.

En el caso de la diabetes tipo 1, es habitual ver pacientes muy pequeños, ya que es una enfermedad crónica que puede actuar como si se tratara de una condición autoinmune.

Por lo general, las personas con parientes que tienen esta condición cuentan con más probabilidades de padecerla, y en la mayoría de los casos, se hace presente entre los 4 y 14 años.

La diabetes tipo 2 es aquella que está asociada a hábitos saludables. Esta se presenta porque el cuerpo desarrolla una insensibilidad a la insulina, causada, en muchas ocasiones, por obesidad, malos hábitos alimenticios y falta de actividad física.

Mientras aumentan las tasas de sobrepeso en niños, esta condición se hace cada vez más presente en el mundo.

Dependiendo del diagnóstico, los especialistas recomendarán diferentes caminos de tratamiento, pero en ambos casos, es fundamental mantener equilibrada la concentración de glucosa en la sangre para evitar las complicaciones propias de la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas?

Según la Asociación Británica de Diabéticos, los síntomas entre ambos tipos de diabetes son virtualmente los mismos. La organización indica que algunas de las manifestaciones más habituales son:

  1. Orinan con más frecuencia. En algunos casos puede que les vuelva a ocurrir mientras duermen o se tienen que cambiar más seguido los pañales, si se trata de un bebé.
  2. Tienen mucha sed, y pareciera ser que no se les quita, por más líquido tomen.
  3. Están más cansados de lo normal y tienen menos energía.
  4. Pierden peso.

La única diferenciación que hacen desde el organismo entre las diferentes diabetes, es que cuando se trata del tipo 2, los síntomas podrían aparecer de manera progresiva, en unas semanas o incluso meses.

En cambio, cuando se trata de la enfermedad autoinmune, las manifestaciones evolucionan rápidamente y en unas semanas se podría convertir en un cuadro grave, es por esto que se podrían detectar también, casos en los que los niños presentan visión borrosa, náuseas, vómitos y son más sensibles a infecciones.

Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.

Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.

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