10 síntomas de la enfermedad del legionario: La condición por la que han fallecido 6 personas en Argentina

La enfermedad del legionario es un problema de salud que surge por la infección con la bacteria Legionella, un microorganismo que contamina las fuentes de agua dulce que se encuentran a altas temperaturas. Esta fue confirmada como la responsable del brote con neumonía atípica en Argentina.

Por el momento, seis personas fallecieron debido a la infección pulmonar y once pacientes continúan siendo monitoreados por las autoridades en la región de Tucumán. Todos eran pacientes de un sanatorio privado de la región, ubicada al norte de Argentina.

¿Qué es la enfermedad del legionario?

La bacteria Legionella pneumophila es la responsable de esta infección, descrita como un tipo de neumonía que suele afectar a las personas mayores, niños y quienes tienen enfermedades pulmonares, renales, diabetes, el sistema inmune comprometido o si consumen alcohol o tabaco. 

Esta no es una enfermedad que se pueda convertir en un problema sanitario equivalente al coronavirus, ya que se transmite por inhalación de aerosoles contaminados, que provienen, usualmente, del aire acondicionado, humidificadores, jacuzzis o llaves de agua que no han sido utilizadas en mucho tiempo.

"No hay transmisión directa de persona a persona", escriben en la Organización Mundial de la Salud.

¿Cuáles son los síntomas?

Esta bacteria puede pasar entre dos a diez días en el organismo antes de que las primeras manifestaciones se comiencen a notar.

Desde el sitio especializado en salud, Medline Plus, explican que algunos de los principales síntomas de la enfermedad del legionario son:

  1. Malestar generalizado y decaimiento.
  2. Dolor de cabeza.
  3. Fiebre y escalofríos.
  4. Dolor articular y muscular.
  5. Rigidez.
  6. Dolor en el pecho y problemas para respirar.
  7. Tos seca.
  8. Tos con sangre.
  9. Diarrea, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
  10. Problema con el equilibrio.

Estos malestares tendrán su mayor punto de intensidad durante los primeros cuatro a seis días y en la mayoría de los casos comienzan a mejorar cinco días más tarde.  

Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.

Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.

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