Fibromialgia: Estos son algunos de los síntomas de la dolorosa enfermedad

La fibromialgia es un problema de salud crónico conocido por producir dolor en todo el cuerpo. Esto ocurre porque esta condición genera cambios en la percepción del dolor en quienes han sido diagnosticados. 

Se desconocen las causas detrás de este trastorno, pero en algunos casos, su origen se puede atribuir a factores externos.

Según explican desde la Fundación Española de Reumatología, en algunos casos se identifica después de infecciones bacterianas o virales, o también tras un accidente automovilístico. 

También ha sido ampliamente detectada entre los pacientes diagnosticados con otras enfermedades como artritis reumatoide o lupus eritematoso

Si bien la enfermedad tiene el potencial de desarrollarse en cualquier persona de entre 30 y 50 años, estadísticamente, las mujeres son unas 7 veces más diagnosticadas que los hombres.

¿Cuáles son los síntomas?

La fibromialgia es de aquellas condiciones consideradas muy difíciles de diagnosticar.

Por un lado, no existe una batería de exámenes que permitan detectarla de manera inequívoca. Además, se trata de una condición cuyas manifestaciones podrían ser confundidas con otros problemas de salud. 

Según el Servicio de Salud Británico, el dolor en todo el cuerpo es la principal señal. Este se puede concentrar en sitios específicos, como el cuello o la espalda, y con el tiempo puede variar en su severidad. 

Además del dolor, la agencia de salud explica que otros síntomas de la fibromialgia son:

  • Sensibilidad extrema. El más mínimo roce se puede sentir como un gran dolor, casi como cuando te pegas en el dedo pequeño del pie. 
  • Rigidez. Especialmente durante las mañanas, inmediatamente después de despertar, las personas con fibromialgia pueden sentir su cuerpo menos flexible de lo habitual, por lo que se dificultan los movimientos.
  • Fatiga. Puede variar de casos severos a unos más moderados.
  • Mala calidad de sueño. Puede que notes que el sueño no es reparador, sin importar cuántas horas duermas. 
  • Problemas cognitivos. Procesos mentales como el habla, la memoria, la atención y la concentración podrían verse afectados por la enfermedad.
  • Dolor de cabeza. Severos o moderados, los episodios de malestar son más frecuentes de lo común. 
  • Síndrome de colon irritable. 
  • Mareos.
  • Mayor sensación de frío o incapacidad del cuerpo para controlar bien la temperatura.
  • Sensación de urgencia por mover las piernas. 
  • Adormecimiento u hormigueo en las manos y pies. 
  • Ansiedad. 
  • Aumento del dolor asociado a la menstruación.
  • Depresión.

Esta no es una enfermedad para la que se tenga cura, por lo que los pacientes solo pueden optar a tratamientos que les permitan disminuir los síntomas y mejorar su calidad de vida. 

Si bien los expertos pueden recomendar ciertas herramientas, cada persona deberá conocer cuáles son las mejores estrategias para sus casos. 

Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.

Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.

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