Para que queden relucientes: Los mejores trucos para poder limpiar todos los objetos de bronce en tu hogar

El bronce es un metal que surge de la aleación entre el cobre y el estaño. Este producto dio origen a uno de los periodos históricos más importante en el desarrollo de la edad moderna (La "Edad de Bronce"), sin embargo, ahora pasa casi desapercibido. 

En tu hogar puede que tengas una serie de productos fabricados con bronce, desde joyería, adornos, las llaves de tu casa o chapas y manillas de diferentes puertas. Al igual que con otros metales, su mantención requiere de cierta limpieza especial, ya que con el tiempo se va oxidando, opacando y aparecen manchas verdes como las del cobre. 

Afortunadamente existen algunos trucos que te ayudarán a mantener limpios y en buen estado todos los objetos de bronce en tu hogar. 

 

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¿Cuál es la mejor forma?

Desde el sitio de guía en la limpieza, Cleanpedia, explican que el mejor método para poder dejar este metal como nuevo, es con productos especializados. En el mercado existen algunos limpiadores específicamente formulados para dejar estas superficies relucientes y sin rayones. 

¿Puedo usar otros productos?

En estos casos, desde el sitio especializado en consejos del hogar recomiendan utilizar algunos de los mejores agentes limpiadores.

Por ejemplo, podrías hacerlo con un poco de vinagre, pero antes de colocar cualquier líquido en el material, procura remover el polvo con un paño seco. Luego, debes rociar un paño con el vinagre y frotar la superficie.

Con un nuevo trapo limpio, debes secar y seguir frotando, hasta que notes que el metal se ve más brillante. 

 

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También podrías aplicar el viejo y confiable bicarbonato de sodio. Para esto, debes tener dos recipientes con agua, en uno debes disolver una cucharadita de sal y en el otro dos cucharadas de bicarbonato. 

En este caso, debes sumergir el bronce en el líquido salino durante 10 minutos y luego trasladarlo a la mezcla con bicarbonato por 5 a 10 minutos más. Una vez que pase el tiempo, seca con un papel y frota con un papel de cocina, para remover cualquier mancha de óxido. 

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