Científicos alemanes descubren enzima que "come" plástico PET en tiempo récord
- Por Monserrat Saavedra
Científicos de la Universidad de Leipzig, en Alemania, encontraron una enzima nunca antes vista, ya que tiene la capacidad de degradar rápidamente el plástico PET, uno de los más producidos a nivel mundial. Esta proteína podría ser una solución para uno de los plásticos más difíciles de tratar.
Los plásticos PET corresponden a los que se usan para fabricar botellas, contenedores de comida desechables o cubiertos plásticos. Una vez que es producido, este no desaparece, solo puede ser reutilizado. Y, si bien, es 100% reciclable y reutilizable, la tasa de producción es extremadamente alta y las iniciativas de reciclaje muy bajas, como para que esta sea la única opción de tratamiento.
Es por eso que los científicos han dedicado recursos y tiempo para encontrar y fabricar enzimas que permitan degradar estos productos. Hasta ahora, la enzima LCC era la única capaz de eliminar el plástico PET a través de la hidrólisis.
A partir de esta proteína, los científicos fabricaron nuevas enzimas que permiten tratar de forma más eficiente este tipo de plástico, pero el nuevo descubrimiento científico de los alemanes sería superior a todo lo antes conocido.
¿Cómo es la nueva enzima?
Llamada PHL7, esta proteína fue descubierta en una muestra obtenida desde una pila de compost en un cementerio de la ciudad de Leipzig, en Alemania.
La encontraron junto a 7 otras enzimas, las que fueron puestas a pruebas por su capacidad natural para degradar el plástico PET de un contenedor de frutas transparente. Para eso se comparó la actividad de estas proteínas y la de LCC sobre el plástico en tan solo 24 horas.
Los resultados de PHL7 fueron sorprendentes debido a su velocidad de acción. En tan solo 16 horas logró descomponer el 90% de la muestra, mientras que en el mismo tiempo, LCC solo alcanzó el 45%.
"Así que nuestra enzima es dos veces más activa que el estándar de oro entre las hidrolasas que rompen el poliéster", contó el Dr. Christian Sonnendecker, líder del equipo investigativo.
Para que pueda actuar, la enzima requiere de una temperatura de entre 65 y 70 grados Celsius y un ambiente acuoso, por lo que esta se presenta como una solución más barata y eficiente que los procesos de reciclaje actualmente utilizados.
Por ahora, la única desventaja de PHL7 es que no es capaz de "comerse" las botellas plásticas que abundan en los océanos, ya que estas son químicamente alteradas para ser más transparentes. Pero los expertos ya están trabajando en tratamientos que podrían ayudar en su degradación.
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