Grasa abdominal en la menopausia: Estos son los riesgos y las claves para combatirla
- Por Meganoticias
Conforme aumenta la edad, no sólo ocurre una disminución de la masa muscular sino también un aumento de la grasa abdominal; por lo que las mujeres suelen observar un crecimiento del vientre, incluso aunque no se suba de peso durante la menopausia.
Las calorías que se consumen al día, la cantidad que se queman de éstas y la edad son los tres principales factores que causan el que una persona esté o no en forma.
El proceso de envejecimiento y la disminución de los niveles de estrógeno tienden a influir en los lugares donde se ubica la grasa en el cuerpo. También puede haber una tendencia genética en el aumento del tamaño de la cintura y esta condición hay que atenderla, según alerta la Clínica Mayo.
Los riesgos de la grasa abdominal
El problema con la grasa abdominal es que no sólo indica la subcutánea (ubicada justo debajo de la piel) sino la denominada visceral, localizada dentro del abdomen y alrededor de los órganos internos y es de especial atención cuando se está en la menopausia.
Es por ello que los riesgos superan lo estético y podrían representar consecuencias más peligrosas en la salud, como lo son cardiopatías, diabetes tipo 2, hipertensión, colesterol anormal y problemas respiratorios.
De hecho, los expertos asocian el crecimiento de la grasa del vientre -aumento de la cintura- con una mayor probabilidad de muerte prematura. Indican que una medida de más de 89 centímetros de cintura implica una concentración poco saludable de grasa.
Así podemos eliminarla
El experto en actividad física y deporte, Iván Gonzalo, aseguró en una entrevista al diario El Mundo que los músculos son potentes órganos metabólicos que intervienen en el consumo calórico porque funcionan en la actividad endocrina y por ello hay que ejercitarlos, sobre todo los del abdomen.
Pero esto no es suficiente. Para combatir la grasa abdominal y la que afecta principalmente en la menopausia es vital:
- Seguir una dieta saludable. Concéntrate en frutas, verduras y cereales integrales, carnes magras y lácteos de poca grasa. Elige pescados, nueces y algunos aceites vegetales.
- Eliminar bebidas azucaradas. Reemplázalas por agua o bebidas con edulcorantes artificiales.
- Mantener control de las porciones. Reduce el tamaño de éstas en casa y comparte las comidas, si estás en un restaurante.
- Incluir una rutina de actividad física. Trata de caminar a paso ligero, mínimo 150 minutos a la semana o correr 75 minutos en ese mismo periodo.
Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.
Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.
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