Obesidad en Chile: ¿A qué se atribuyen altas cifras de esta enfermedad en el país?
- Por Patricia Pineda
Un informe publicado el pasado 15 de julio por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reveló que 3,9 millones de chilenos -mayores de 18- años tienen obesidad.
De acuerdo al estudio y en lo que respecta al "estado de seguridad alimentaria y nutrición en el mundo", nuestro país tiene una de las mayores tasas de sobrepeso infantil de América Latina y el Caribe con un 9,3%, superando el promedio regional de 7,5% de la población menores de 5 años.
Ante esta preocupante situación, la doctora Katherine Falk, nutrióloga de Help, aseguró que el aumento de esta cifra "era bastante predecible porque desde hace un tiempo en Chile, más o menos desde hace unos 15 años, se ha producido un aumento de sobrepeso u obesidad en la población infantil".
La especialista apuntó que, además, en la actualidad la población preescolar, escolar y adolescente "tiene alto riesgo en convertirse en una población adulta obesa, por lo tanto los índices de obesidad que estamos observando hoy en día son esperables y predecibles".
¿A qué se atribuye estas cifras de obesidad en Chile?
La especialista señaló que existe una cantidad importante de la población con malnutrición en exceso en nuestro país, no sólo obesidad sino también sobrepeso y esto se atribuye fundamentalmente a dos factores:
- Un cambio en el estilo de vida, el cual necesariamente nos ha llevado a una vida mucho más sedentaria, donde la actividad física o las actividades cotidianas, asociadas al deporte, han disminuido.
- Un ritmo de vida acelerado con poco tiempo, probablemente, para cocinar o generar una alimentación saludable, que no necesariamente tiene que ser costosa. Las familias tienden a recurrir a una alimentación más rápida y esta suele tener una alta concentración calórica.
¿Qué daños causa la obesidad o una mala alimentación?
La nutrióloga precisó que, efectivamente, la mala alimentación o la obesidad es un detonante para que se produzcan condiciones que aumentan el riesgo de mortalidad en la población; por lo tanto hay muertes prematuras o se llega a la vejez de una manera muy deteriorada.
"Lo que vamos a ver es un aumento de la población diabética, un aumento en la población por hipertrigliceridemia y todo esto tiende a desencadenar en enfermedades a nivel coronario, cerebral, extremidades inferiores, además de aumentar el riesgo de mortalidad y deterioro de la calidad de vida", alertó la facultativa.
El hábito de comer saludable
Falk destacó que el comer saludable es un hábito que se debe adquirir desde la niñez. Por ejemplo, "el gusto por la comida salada se produce porque los padres colocan a las papillas sal, pero el niño en sí no sabe que es la sal hasta que experimenta".
Es por esta razón, que la especialista insistió que no sirve de nada tener un discurso saludable en casa, cuando los niños ven a sus mayores o a sus padres comiendo chatarra frecuentemente.
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